jueves, 8 de enero de 2015

GILEAD, SOVALDI y Hepatitis C: La Bolsa o la Vida.

GILEAD es una multinacional farmacéutica en manos de los principales fondos de inversión globales, con ramificaciones en la banca y las principales empresas multinacionales.

La empresa, con algunos de los directivos mejor pagados del sector, tiene fuertes conexiones con la administración norteamericana, y los principales think-tank y grupos de presión internacionales, entre los que se encuentran Donald Rumsfeld y George Schultz, secretarios de estado de tres adminsitraciones republicanas norteamericanas.

Las expectativas de ventas de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C a altos precios, ha generado una importante revalorización de acciones en una nueva burbuja especulativa que está beneficiando a inversores y directivos a costa del acceso a los tratamientos por los afectados.

En las últimas semanas, los medios de comunicación han abordado la situación creada por las restricciones en la aplicación de los nuevos tratamientos contra la Hepatitis C, debido en buena medida a las movilizaciones y encierros de las asociaciones de afectados. Así, hemos sabido cómo los responsables sanitarios del Ministerio y de las Comunidades Autónomas restringían el acceso a los nuevos tratamientos contra el VHC a los casos más graves, basándose en motivos presupuestarios y no en criterios médicos. El motivo no es otro que el alto precio con el que GILEAD, la multinacional farmacéutica propietaria de la patente, pretende comercializar el medicamento, denominado sofosbuvir, y comercializado por GILEAD como SOVALDI. Un nuevo tratamiento que permite tratar la Hepatitis C con un porcentaje de éxito mayor, superior al 90% en algunos casos, según los ensayos clínicos1 2, que  dura menos tiempo y con menos efectos secundarios que los tratamientos anteriores.

Es necesario indicar que no se ha hecho aún una evaluación de la aplicación de estos tratamientos en el sistema sanitario público que permita contrastar estos datos de curación del VHC.

GILEAD comenzó ofreciendo el tratamiento, de 12 semanas, a algo más de 60.000 €, y finalmente, parece haber alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para suministrarlo a 25.000 €/tratamiento, aunque es difícil encontrar información transparente al respecto por parte del Ministerio de Sanidad.

A pesar de esto, el precio continúa siendo abusivo y desproporcionado, si tenemos en cuenta que el tratamiento tiene un precio que es un 1100 % más alto que el medicamento más caro de la misma empresa contra el VIH, STRIBILD. Los cálculos de coste real de producción del medicamento oscilan entre los 50 y 100 € por paciente según estudios publicados

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