miércoles, 4 de febrero de 2015

TISA: el nuevo TTIP para comerciar con nuestra salud utilizando fondos públicos

La Unión Europea y los Estados Unidos, así como Estados ricos de otros continentes, negocian en secreto la posibilidad de transferir pacientes a sistemas privados de otros países. Un gran mercado de millones de personas que puede alimentar a las corporaciones sanitarias. De este modo, se plantea que los pacientes-clientes viajen para ser tratados en otros países por corporaciones sanitarias acreditadas que ofrezcan un precio competitivo con, al menos, parte de los gastos sufragados por el sistema de salud público del país de origen o las aseguradoras.

En la línea de los acuerdos del Tratado de Libre Comercio (TTIP) que negocian en secreto la Unión Europea y los Estados Unidos, existe un documento sobre las negociaciones del Acuerdo sobre Comercio de Servicios (TISA, por sus siglas en inglés) que busca suprimir barreras legales para impulsar el comercio sanitario a nivel internacional, lo cual favorecería enormemente a las multinacionales sanitarias. Toda esta información ha sido obtenida a través del portal Filtra.la  https://www.filtrala.org/ (compartido con los medios de comunicación: eldiario.es, Diagonal, La Marea, Crític y Mongolia).

Así pues, un enfermo recibiría el tratamiento en el extranjero y luego tendría el derecho a pedir el "reembolso de los gastos hasta el coste del tratamiento en el país de origen", siempre y cuando tuviera lugar una autorización previa por parte de los sanitarios del país de origen. Para obtener esa luz verde podría alegarse como razón "una larga espera o la falta de capacidad para una patología específica". Pero también bastaría con una simple "preferencia personal del paciente", apunta el escrito. Los países de acogida deberían "hacerse responsables de cualquier cuidado necesario después del tratamiento".

Las conversaciones sobre el TISA favorecería enormemente a las multinacionales sanitarias, como el conglomerado resultante de la fusión de IDCSalud y el Grupo Quirón, el tercero más grande de Europa, ya que se produciría un gran trasvase de recursos de los sistemas públicos de salud de los Estados a las empresas sanitarias privadas.

La profesora de Derecho de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) Jane Kelsey, una analista crítica con el TTIP (Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones) y el TISA, explica que el concepto desarrollado en el documento está basado en dos ideas: los Estados afrontan "recortes de presupuesto y personal en sanidad", lo que se traduce en "listas de espera que pueden acortarse enviando pacientes al extranjero", y algunos países "ofrecen ventajas por sus precios y menores barreras regulatorias (legales)."
Según su visión, esta propuesta "saca dinero del sistema nacional de salud, cuyo bajo nivel de inversión es citado como uno de los argumentos para el tratamiento en el extranjero, y perpetúa este problema". También, dice, da "una justificación para rebajar la inversión en sanidad al tiempo que los impuestos que se destinarían al sistema sanitario son transferidos al sistema privado de otro Estado".

Fuentes: eldiario.es / lamarea.com