viernes, 28 de agosto de 2015

Los pacientes de Aragón siguen dando mala nota a las esperas y mejora la imagen de los médicos, los enfermeros y el personal auxiliar

Los usuarios de los centros hospitalarios del Salud aragonés consideran que el tiempo que pasan en la sala de espera es uno de los aspectos más negativos de las consultas externas. Por el contrario, valoran de manera más positiva que hace tres años el estado de las habitaciones y la comida que reciben durante su estancia hospitalaria.

Estas son algunas de las percepciones que se extraen de la Encuesta de Satisfacción de Usuarios realizada este año entre 21.751 pacientes que pasaron en algún momento por algún centro hospitalario del Salud en Aragón. En este informe se valora la impresión que tienen los usuarios del hospital (habitaciones y comida) y del personal y su atención (amabilidad, preparación, información recibida, tiempo de ingreso, etc.).


Entre los aspectos que los pacientes consideran negativos resalta el tiempo que pasan en la sala de espera de urgencias. Un 20,4% de los usuarios consideran que es excesivamente alto. Lo mismo ocurre con la lista de espera para acudir a las consultas hospitalarias. Según la encuesta, solo un 50% de los aragoneses están satisfechos con la facilidad para conseguir cita.

“Durante estos años ha habido retrasos constantes en las pruebas, la atención del especialista y la realización de operaciones debido a los recortes aplicados por el Ejecutivo anterior que dejaban muchas bajas sin cubrir y, por lo tanto, provocaba que hubiera menos personal para atender a los mismos pacientes”, subraya Marea Blanca.

Estos recortes también pueden haber afectado al tiempo de ingreso. Mientras que en 2011 los aragoneses valoraban con un 91,8 la adecuación del tiempo que han estado ingresados, ahora le dan un 4,4% menos. En concreto, el 4,1% de los ingresados considera que estuvo más tiempo del debido, mientras que el 8,5% cree que debería haber estado ingresado más días.

Los médicos, las enfermeras y las auxiliares, más amables para los usuarios. La percepción de la amabilidad y el interés mostrado tanto por los médicos como por los enfermeros o auxiliares ha aumentado en los últimos tres años entre un 6,26 y un 7,77%. Los únicos que están peor valorados es el personal de administración, al que solo le dan una puntuación de 78. La encuesta también muestra que los usuarios ven a los trabajadores más preparados (un 8,66% más) y les transmiten mayor confianza (un 7,43%).

Por el contrario se reduce la percepción que los usuarios tienen de la solicitud de realización de pruebas o intervenciones. Este aspecto ha descendido un 4,94% debido a que, según señalan los usuarios, en el 13,3% de las ocasiones, el médico no les pidió permiso para realizarles una prueba. Unas cifras que crecen cuando estos pacientes se encuentran en urgencias, dónde el 36,2% aseguran que no les consultaron este hecho.

La encuesta también muestra que los pacientes aragoneses cada vez valoran mejor el estado de las habitaciones y la comida de los hospitales públicos. La primera ha ganado casi 20 puntos en los últimos tres años, mientras que la segunda ha crecido un 13,76%.

Respecto a las habitaciones, recuerdan que aunque la parte de Traumatología del Hospital Miguel Servet es relativamente nueva, las habitaciones de la General son antiguas y tienen un espacio mucho más reducido. Por ello, considera que la mejor percepción que se tiene de las instalaciones se puede deber a las reformas que se van haciendo y a las partes de nueva construcción. Algunos ejemplos son el hospital Provincial y el de Barbastro. 

Fuente: Heraldo de Aragón
Fotografía: actualidadempleo.es

martes, 18 de agosto de 2015

Aragón tiene la tasa de desatención más alta del país y la ADGSS estudia denunciar al gobierno por incumplimiento de la Ley de Dependencia

Si las cifras desde una perspectiva estatal son muy malas, las que conciernen exclusivamente a Aragón son nefastas. Con el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi (PP), la Comunidad ha alcanzado la tasa de desatención más alta de toda España (30,9 %). Esta, para más inri, se puede elevar al 47 % con la incorporación de los dependientes moderados a 1 de julio.

No debería estar contento el exconsejero de Sanidad del Ejecutivo autónomo, Ricardo Oliván, sabiendo que en los últimos cuatro años la Comunidad perdió un 31,6 % de atendidos. Tampoco le satisfará saber que el informe del Observatorio califica la situación de Aragón como “tremendamente preocupante” porque no existe “ni un solo parámetro en positivo”.

En 2014, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, recibió 100 quejas relacionadas con la dependencia. De ellas, 20 estaban formuladas por familiares de personas que, con el grado de dependencia reconocido, fallecieron sin recibir ningún tipo de prestación. Los escritos los envían los herederos para reclamar las cantidades devengadas no percibidas.

Algo tan grave como morir sin recibir ni un euro de una prestación que se tiene reconocida por ley es, desgraciadamente, habitual en España. Según el informe del Observatorio Estatal para la Dependencia, desde 2012 han perecido 100.000 personas en estas circunstancias. En Aragón, los únicos datos que hay al respecto son los del Informe de Fiscalización de la Cámara de Cuentas que cifraba en 3.000 los aragoneses muertos, entre 2012 y 2013, mientras esperaban las ayudas.

El estudio del Observatorio desmonta el nuevo milagro económico, que un ufano Cristóbal Montoro había vendido, solo un día antes, en la presentación del Proyecto de Presupuestos. La Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales (ADGSS) está estudiando la posibilidad de denunciar al Gobierno de Mariano Rajoy por “incumplimiento doloso (de manera intencionada) de la Ley”.

Volviendo a la Comunidad, de la veintena de quejas hay algunas en las que el dependiente fallecido tenía ya aprobado el Programa Individual de Atención (PIA) y otras en las que estaba en periodo de estudio. Sí tenía reconocido, en todos los casos, un grado de dependencia.

La respuesta del Gobierno de Aragón ante la petición de información del Justicia suele ser la misma: con PIA aprobado, se reconoce el derecho de los herederos a recibir las cantidades correspondientes, aunque dejan claro que “no es posible determinar el plazo real en que se puede percibir dicho pago”.

Cuando el Programa estaba en fase de análisis, la contestación tipo es que “las personas que tuvieran reconocido un grado de dependencia, y que fallecieran con anterioridad a la resolución de reconocimiento de la concreta prestación, no tendrán la condición de persona beneficiaria”.

Hay ejemplos que llaman especialmente la atención, como el caso de un expediente que se dio de alta en el Justicia de Aragón el 30 de enero de 2015 (es decir, no está incluido en los veinte): se refiere a un señor que falleció el 21 de enero de 2014, mientras que el primer reconocimiento de su dependencia es del 23 de mayo de 2011. Casi tres años en los que recibió tres valoraciones, pasando de grado 1 a grado 3 de dependencia. Y en los que dispuso de tres PIAs, de los que dos no fueron aprobados (se desconoce la razón), y el tercero ya no llegó a resolverse por el fallecimiento.


Fuente: eldiario.es
Fotografías: anciana: theprisma.co.uk / beso: taringa.net




lunes, 10 de agosto de 2015

Trabajadores y trabajadoras del Royo Villanova recogen firmas para evitar la cárcel a un compañero

Si la Audiencia Provincial de Zaragoza no atiende su súplica y le concede un aplazamiento hasta que se resuelva su indulto, Rafael López Lahoz, de 39 años, deberá entrar en prisión mañana 11 de agosto para cumplir la pena de tres años que le fue impuesta por causar la pérdida de un testículo de un vigilante de seguridad. Ambos, trabajadores del hospital Royo Villanova, se enzarzaron en una pelea que, en principio, se saldó sin consecuencias graves. Él sufrió un mordisco en un dedo del que todavía da cuenta una cicatriz, pero el vigilante recibió una patada en el escroto que, desgraciadamente, con los días evolucionó mal y hubo que extirparle un testículo.

Estos hechos fueron calificados como un delito de lesiones con pérdida de un miembro no principal y el tribunal de la Sección Sexta acabó por imponerle la mínima pena posible, ya que tuvo en cuenta que el acusado adelantó 4.000 euros en concepto de indemnización y le aplicó la atenuante de reparación del daño. No obstante, la cantidad final que fijó la sala ascendió a 101.000 euros para el afectado y 11.994 para la mutua que le operó. La sentencia fue dictada en diciembre de 2014 y, desde entonces, le ha ido pagando 50 euros al mes. «Lo que he podido», afirma Rafael López está muy arrepentido de lo que ocurrió aquel fatídico 13 de noviembre de 2011 en el Royo Villanova. Como ya hizo ante el tribunal que lo juzgó en 2014, ayer rememoraba la situación que desembocó en una riña que "nunca debería haberse producido". Recuerda que cuando ocurrió llevaba trabajando cinco años en el hospital y que al llegar este vigilante empezó a tener problemas.

"Nos llamaba a los de mantenimiento diciéndonos que teníamos que reparar esto o aquello, saltándose los protocolos y nos alteraba el trabajo habitual", cuenta. Y, sobre todo, recuerda que se metía continuamente con él.

"Yo entonces llevaba rastas y cuando se cruzaba conmigo me decía con desprecio: «Cualquier día te corto esos pelos, perro flauta». Pero lo que más me molestaba era que me ridiculizaba constantemente por el problema que tengo al pronunciar la erre y al verme me soltaba lo del perro de San Roque no tiene rabo", señala.

La situación se exacerbó el 13 de noviembre, cuando el vigilante llamó repetidas veces para que fueran a ver unas luces. "Al final lo mandé a hacer puñetas y él fue a quejarse al médico jefe de guardia, que me llamó para pedirme que fuera hablar con él. Fue un error, pero lo hice", admite. La conversación terminó a tortazos.

"En un momento dado él, que pesaba 120 kilos, me cogió y me hizo el ‘abrazo del oso’. Le puse la mano en la cara para separarme y me enganchó un dedo con los dientes. Entonces, para zafarme, le di una patada", cuenta.

Ese golpe resultaría fatal pues al vigilante terminaron extirpándole un testículo. Además, la empresa le despidió y, según los forenses, esto le afectó anímicamente.

En el juicio, la víctima negó que tuviera tratos con el acusado, dijo que le respondió de malas formas cuando le pidió que arreglase unas luces y afirmó que fue Rafael López quien empezó la riña.

El Tribunal Supremo desestimó que el golpe fuera en legítima defensa por el hecho de que, como alegó el acusado, su comportamiento hubiera sido meramente defensivo ya que el vigilante iba armado con una porra, era corpulento y estaba preparado para la defensa personal. El Supremo recordó que los intervinientes en una riña mutuamente aceptada se convierten en agresores, y que los hechos cometidos por cada uno de ellos no pueden considerarse por tanto defensivos. Además, entiende que incluir datos como que no hubiera intención de causar los daños infligidos o de que la víctima se burlara de su defecto del habla no busca dar más claridad a lo ocurrido sino intentar rebajar la responsabilidad del procesado.

Rafael López lamentaba ayer de nuevo su reacción y admitía que debería "haberlo denunciarlo por acoso" y no haber entrado nunca al trapo de sus provocaciones. Sin embargo, es consciente de que nada de esto tiene ya arreglo.

Sus compañeros del hospital no dejan de recoger firmas (llevan 400 en solo cuatro días) y también piden apoyo en su nombre en Bares - Restaurantes como La Birosta en la Magdalena, o La Mazmorra en Tenerías.

El trabajador, en su escrito a la Audiencia y su petición de indulto, apela a la humanidad del tribunal pues está a cargo el cuidado de su madre, una mujer viuda, con una dependencia del 82%, en silla de ruedas, con graves deficiencias auditivas y visuales, ajena a lo que le pasa a su hijo y que cumplirá 78 años dos días después de que él, si no lo evitan los magistrados, entre a la cárcel.

Fuente: heraldodeoregon.wordpress.com
Fotografía: tenzaragoza.es

martes, 4 de agosto de 2015

Sanz Barea continúa de Director Gerente del SALUD junto a García Encalbo

Por gerentes que no quede. El Servicio Aragones de Salud no tiene uno sino dos Directores Gerentes, uno de hecho nombrado por el PSOE y otro de derecho nombrado por el PP.

El mas antiguo -el de derecho- es Angel Sanz Barea, el que puso el PP con nombramiento como Director Gerente del Servicio Aragonés de Salud en el BOA del 10/abril/2014. El otro -el de hecho- es Manuel Garcia Encabo, el desde el miércoles 22 de julio de 2015 Director General de Asistencia Sanitaria, cargo desde el cual según el Consejero de Sanidad Sebastian Celaya se convierte  el autentico Gerente del Servicio Aragonés de Salud salvo unos pocos temas”menores” como compras, personal o logística.

De momento Celaya ha nombrado a García Encabo sin cesar a Sanz Barea, es decir se trata de una gerencia bicéfala. Para complicar el tema no ha publicado la normativa que quita prerrogativas al Gerente del Salud a favor del Director General de Asistencia Sanitaria. Las competencias del Director Gerente del Servicio Aragonés de Salud no las establece el capricho verborreico de Celaya. Ni siquiera las establece el Presidente de Aragón Javier Lamban. Las establece el Artículo 13. Competencias del Director Gerente del Decreto Legislativo 2/2004, de 30 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Servicio Aragonés de Salud que dice en su punto 1: 1. “El Director Gerente del Servicio Aragonés de Salud ostentará la representación legal del mismo y ejercerá la dirección, gestión e inspección inmediata de todas sus actividades, de acuerdo con las directrices del Consejo de Dirección”.

Lo anterior quiere decir que si el Gerente -de hecho- Garcia Encabo firma algo que sea competencia exclusiva del Gerente de -de derecho- Sanz tarea se puede meter en un lío muy gordo. El mismo Celaya se puede ver en apuros si da ordenes a García Encabo que vayan en contra la normativa vigente.

El problema de la bicefalia va a durar meses ya que cambiar una norma de este tipo con rango de Ley no es fácil.

Fuente: heraldodeoregon.wordpress.com
Fotografía: CNT